lunes, 6 de febrero de 2017

Fragmentos de terror... SIN BARRERAS


No siempre es necesario preocuparse de las plagas de roedores, a veces nos pueden salvar...



SIN BARRERAS
Augusto había logrado cerrarle el paso al roedor y hacer que se saliera de su casa. Toda la colonia estaba infestada de ratones, eran una plaga y una pesadilla para el vecindario. Y como era una zona de bajos recursos, el gobierno no le interesaba poner cartas en el asunto argumentando que había mucha basura en las calles, y el exceso de casas sucias con cosas viejas almacenadas, les hacía muy difícil el trabajo. A pesar de que todas las casas tenían selladas puertas y ventanas, nunca faltaban los animalejos que se colaban y hacían de las suyas en los hogares.
Así como el que acababa de correr Augusto, tras fallarle las trampas y los venenos. Correteó un poco al roedor afuera para que no se le fuera a regresar, hasta que vio que se daba la vuelta en la esquina. Por curiosidad lo siguió para ver a donde terminaba, pensó que se metería entre algún arbusto o en una coladera, pero fue a parar al único lugar que no tenía protección contra los roedores: La casa de la señora Greta. La cual tenía un espacio lo suficientemente amplio entre el piso y el inicio del marco de la puerta, como para que entraran infinidad de roedores.