lunes, 31 de octubre de 2016

Fragmentos de terror (especial de halloween)... No eres bienvenido

Pedir dulces el día de halloween toda una tradición. ¿Es peligrosa?: No, bueno... no siempre... solo en algunas casas de algunas colonias.




NO ERES BIENVENIDO


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El señor Eustacio Méndez era muy bien conocido por su antipatía social y su hermetismo. Sobre su casa marcada con el número 20, cierto día de cierto año, había colgado un letrero de madera muy peculiar: tenía un machete clavado en uno de los costados  con lo que parecía ser una rata seca anclada entre el filo del arma y la tabla. Con letras rojas y mal hechas (que muchos decían que era sangre de la misma rata o de algo peor), estaba escrito sobre el cartelón: “No eres bienvenido”. Lo había atado a un palo que estaba enterrado en su descuidado jardín, y lo había amarrado con alambre de púas. Era tétrico y a la gente le daba miedo, tanto que solían pasar rápido  por la banqueta para no voltear frente a la casa del señor Eustacio; solo algunos miraban y se persignaban. Otros chicos aventurados se atrevían a arrojarle piedras al letrero (y salir huyendo como locos); pero nadie se acercaba a tocar. Ni siquiera el cartero que se limitaba a arrojar  desde lejos la correspondencia o, tampoco los testigos de Jehová que atosigaban a toda la colonia, se atrevían a tocar en esa casa.